Entrevista con Arturo Menéndez, Director y Guionista Salvadoreño

Tras volver de Madrid en 2006, a un El Salvador sin una trayectoria en cine y con un guión perdido en algún correo electrónico, Menéndez sintió que era tiempo de hacer algo.

Ahora, con su corto Parávolar seleccionado en el Festival Ícaro de Guatemala y ganador como Mejor Corto de Ficción en el Video Fest 2009 en San Francisco, con el guión de Cinema Libertad finalista en la Berlinale y su selección para el Berlin Today Award como director, Arturo asegura que puede dedicar su vida al cine. No era así hace apenas unos meses, cuando planeaba darle vida a su guión en un país en donde en cuarenta años no ha habido más que dos películas.

“Es cuestión de creer en lo que estás haciendo”, dice, con una gran sonrisa, y uno le cree a él, porque a principios de 2008, con un trabajo a tiempo completo como productor en una agencia de publicidad y un presupuesto mínimo, se rodeó de la “gente adecuada”, como él mismo lo cuenta, y dio inicio a su primer corto: Páravolar. Así como para Arturo fue toda una experiencia armar el equipo para la producción, buscar locaciones, rodar, descubrir tanto talento; para los que siguieron de cerca su aventura era saber que estaba pasando algo grande para el cine en El Salvador.

“Y resultó que la película fue mucho mejor que la película que yo tenía en mi mente”, cuenta. Su corto fue recibido con admiración por quienes sabían que lo que había logrado Arturo era una hazaña, y así una noche lluviosa de agosto la sala llena de un teatro de San Salvador recibía con aplausos el estreno privado de Parávolar. Si bien el corto no recibió la exposición necesaria y no llegó a las salas de cine en San Salvador, sí recibió la atención para ser exhibido en Guatemala, Italia y París y llevar a Arturo a Berlinale, de donde salió el guión para su siguiente corto: Cinema Libertad.

Fotograma de “Parávolar”, corto de 2008.

El prestigio ganado con Parávolar le ayudó a que la producción de este nuevo proyecto no fuese tan difícil, porque ya sabía a lo que se enfrentaba, ya conocía a las personas adecuadas y la gente que podía apoyarlo, porque ya conocía su trabajo como productoras, actores, camarógrafos, sonidistas; y a pesar de contar también esta vez con un bajo presupuesto, logró reunir alrededor de 75 personas para el rodaje, muchas de las cuales trabajaron sólo por creer en el proyecto.

Ahora, cuando está a punto de estrenar Cinema Libertad, Arturo se siente mucho más optimista, porque tiene dos productores que le apoyaron el corto y que incluso piensan llevarlo a las salas de cine en San Salvador para estrenarlo como se debe. Con la experiencia ganada, Arturo Menéndez asegura que el cine es parte de su vida y que trabajar en un largometraje solo es cuestión de tiempo.

−¿Cómo te sentís ahora respecto al tema del cine en El Salvador?
−Yo sigo sin entender cómo un país no tiene cine. Cómo es posible que un país no tenga cine por más de cuarenta años, no hay un reflejo, no hay un espejo en donde nos podamos ver como sociedad, el cine es muy importante para las sociedades.

−¿Cómo te ves de aquí en adelante?
−Ahora justamente estoy en ese proceso, hay un par de proyectos que estoy pensando, pero para hacerlos afuera. Obviamente sería para el próximo año, a ver qué sucede, a ver si cuelan, porque es una mezcla de suerte, trabajo, ganas de hacer las cosas. Eso sí: yo me veo viviendo del cine muy pronto, ya no lo veo lejos. Creo que el trabajo que he hecho durante todo este tiempo ya me permite creerlo.

Fuente: América Late